Imagina poder dormir toda la noche sin interrupciones gracias a que tu hijo/a también lo logra.
Despiertas renovada, con energía y de buen humor, lista para enfrentar el día con mayor concentración y rendimiento. Además, puedes disfrutar de tiempo para ti, momentos de tranquilidad con tu pareja y la libertad de salir sabiendo que tus hijos/as están durmiendo bien.
Recuperar esa sensación de bienestar y conexión contigo misma.
¡El dormir bien no tiene precio!
Implementando en tu peque rutinas de sueño saludables, definidas y claras para tus hijos/as, esto les da estructura, seguridad y los ayuda a anticiparse a lo que viene.
Desarrollando en ellos la habilidad de poder dormir sin estímulos externos y de manera autónoma, abordando los despertares nocturnos y enseñándoles como volver conciliar el sueño en esos momentos de manera independiente.
Estableciendo una relación positiva y de confianza en torno al sueño de tu hijo/a.
Creando hábitos de sueño saludables, y esto requiere de mucha consistencia, constancia y perseverancia de parte de los padres.
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